Si acaso
el fuego y las brazas
a mi vaso y a la circunstancia
de pronto girasen de súbito
Y de sobras
y de razas
que se llenaron otros el hocico
Yo lo ignorase todo
de todo dónde yace mi ser
A lo que hice
no quise quizás ni saber
ni entender o descifrar
ni el punto, ni la coma, ni el espacio
En la sola contemplación
de mis estados y detalles
Ah y de mis vértices
que reclutaron las ganas suficientes
para brillar de dicha
una noche lisa
un día sin prisa
entré a la llamarada precisa
Y preciosa toda, con su obscuridad
la tenue atmósfera
que teje una definición
en tantas tramas diferentes
En colores
Luces
sombras
Matices
Tierras
destellos
calores
Subidas
destreza
suspenso
Suspendida
y entablada en el fuego
la determinante gana del riesgo
del vértigo y su esencia despierta
El escalofrío que te recorre de impulso
en una espalda
el pulso y la corriente
Y como corriendo la sangre
en las venas
en las manos
el relato
la voz...
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