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Se que me huyo
de unas cuantas situaciones
me aflige acaso lo perdido
no entiendo siquiera lo que he encontrado
Cursada una maldición
a mi idiotez
tal vez
la cobardía que castiga
la tontera
y la comprensión que no fue
Esas palabras y pasajes
encrucijadas de agua tan clara
como cristales
brillan, transparentan
y capturan en su verdad tardía
aquella versión incomprendida
Que no se adaptó nunca
en lo más mísero
Mi testaruda voluntad
y una lectura
con mi corazón analfabeta
ignoré todo en lo todo
en lo que olvidé
o lo que no se olvida
Oímos o no
al niño temeroso
Donde irá el juego?
Si a nuestros duelos y encuentros
grité distancia
cuando quise decir
amor
ahora
Hallé los textos
para sucumbirme
para que el sudor
como suero
seque ya la herida
de lo que tuve que!
Causada una jaqueca
que me dejó en jaque
lleno de quejas
hacia mi mismo
En cajas y sin júbilo
depositadas juntas
hojas que juran
que no es un juego
el corazón como migajas
los ojos
el tiempo
la infinidad
Aquel reloj
las palabras
y mi tapujo de lágrimas
atrapadas y perezosas
como greda
O los dibujos
de unas sonrisas
que se difuminaron
entre cerros y cielo
se arrojó todo en el sello del cerrojo
Alguna vez en adelante
ya me daré cuenta
con la errada ceguera
y el cariño errante
que el tiempo no retrocede
ni los errores que me preceden
Que ni los símbolos tan explícitos
que ni las advertencias
ni las gigantografías
de los fragmentos
del cuaderno hallado
me rescataron
de mi completa estupidez
de los ojos con las vendas sujetas
de las flechas que no lancé
el beso que allí no te di
De mis temblores y temores
es que ya noté
que el amor
no da chances a titubear
que no eché las cartas jamás
frente a ti
que me perdí
el más profundo de los anhelos
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